Ayer sonrieron los sueños, no existe nada mas saciador que sentir sus labios con los mios, nada se puede comparar... viviría y morira eternamente en ella.
El viento agitaba los rostro, el paso era acelerado y el latido del corazón aún mas... hacia siglos que no observaba nada tan hermoso como la mirada de aquella mujer mortal, el mundo parecía nacer y perecer en ella.
Con paso firme los dos seres se acercaron, con una miradas radiantes, deseosas de abrir el portal a un mundo inmaterial, un mundo donde solo existen los sentimientos que entrerelazan sus corazones, sus recuerdos, su pasado... y les permite abrirse camino hacia el futuro.
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